diumenge, 12 de gener del 2014

Antonio Machado


http://www.slideshare.net/mdpc/antonio-machado-11143104
El viajero

Está en la sala familiar, sombría, 
y entre nosotros, el querido hermano 

que en el sueño infantil de un claro día 
vimos partir hacia un país lejano. 



Hoy tiene ya las sienes plateadas, 
un gris mechón sobre la angosta frente, 
y la fría inquietud de sus miradas 
revela un alma casi toda ausente. 



Deshójanse las copas otoñales 
del parque mustio y viejo. 
La tarde, tras los húmedos cristales, 
se pinta, y en el fondo del espejo. 



El rostro del hermano se ilumina 
suavemente. ¿Floridos desengaños 
dorados por la tarde que declina? 
¿Ansias de vida nueva en nuevos años? 



¿Lamentará la juventud perdida? 
Lejos quedó -la pobre loba- muerta. 
¿La blanca juventud nunca vivida 
teme, que ha de cantar ante su puerta? 



¿Sonríe el sol de oro 
de la tierra de un sueño no encontrada; 
y ve su nave hender el mar sonoro, 
de viento y luz la blanca vela hinchada? 



Él ha visto las hojas otoñales, 
amarillas, rodar, las olorosas 
ramas del eucalipto, los rosales 
que enseñan otra vez sus blancas rosas 



Y este dolor que añora o desconfía 
el temblor de una lágrima reprime, 
y un resto de viril hipocresía 
en el semblante pálido se imprime. 



Serio retrato en la pared clarea 
todavía. Nosotros divagamos. 
En la tristeza del hogar golpea 
el tictac del reloj. Todos callamos.

Explica que el tiempo es igual para todo que aunque viajemos el tiempo pasara igual para todos que pese a lo que hagamos todos tenemos que envejecer i morir. 

Acaso...

Como atento no más a mi quimera 
no reparaba en torno mío, un día 
me sorprendió la fértil primavera 
que en todo el ancho campo sonreía. 

Brotaban verdes hojas 
de las hinchadas yemas del ramaje, 
y flores amarillas, blancas, rojas, 
alegraban la mancha del paisaje. 

Y era una lluvia de saetas de oro, 
el sol sobre las frondas juveniles; 
del amplio río en el caudal sonoro 
se miraban los álamos gentiles. 

Tras de tanto camino es la primera 
vez que miro brotar la primavera, 
dije, y después, declamatoriamente: 

?¡Cuán tarde ya para la dicha mía!? 
Y luego, al caminar, como quien siente 
alas de otra ilusión: ?Y todavía 
¡yo alcanzaré mi juventud un día!

Explica que el tiempo a veces pasa sin que uno se de cuenta lo cual es bueno porque llegas a darte cuenta de lo buena que ha sido tu vida

Naranjo en maceta, ¡qué triste es tu suerte! 
Medrosas tiritan tus hojas menguadas. 
Naranjo en la corte, ¡qué pena da verte 
con tus naranjitas secas y arrugadas!. 

Pobre limonero de fruto amarillo 
cual pomo pulido de pálida cera, 
¡qué pena mirarte, mísero arbolillo 
criado en mezquino tonel de madera! 

De los claros bosques de la Andalucía, 
¿quién os trajo a esta castellana tierra 
que barren los vientos de la adusta sierra, 
hijos de los campos de la tierra mía? 

¡Gloria de los huertos, árbol limonero, 
que enciendes los frutos de pálido oro, 
y alumbras del negro cipresal austero 
las quietas plegarias erguidas en coro; 

y fresco naranjo del patio querido, 
del campo risueño y el huerto soñado, 
siempre en mi recuerdo maduro o florido 
de frondas y aromas y frutos cargado!

Dice que los arboles son cosas que tiene que estar plantadas en un campo un no en una maceta ja que ellos tambien tiene derechos a ser libres

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada